-
Es en los momentos de enfermedad cuando nos vemos obligados a reconocer que no vivimos solos, sino encadenados a una criatura de otro reino, a mundos enteros de distancia, que no nos conoce y por la que es imposible hacerse entender: nuestro cuerpo.
Es en los momentos de enfermedad cuando nos vemos obligados a reconocer que no vivimos solos, sino encadenados a una criatura de otro reino, a mundos enteros de distancia, que no nos conoce y por la que es imposible hacerse entender: nuestro cuerpo.