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  • Sólo en el siglo XX, los artistas empezaron a abordar el estudio de la percepción de una forma más humana. Pensaban en el ojo como un instrumento, en todo el cuerpo como un instrumento visual. Eso cedió un poco con el argumento cartesiano "Cogito ergo sum". No es: "Pienso, luego existo". Es: "Siento, luego pienso, luego existo".

    Fuente: www.interviewmagazine.com