Mi corazonada, por si sirve de algo, es que a la mayoría de nosotros probablemente nos resulte mucho, mucho más difícil de lo que pensamos imaginar realmente cómo es una catástrofe. Tengo la corazonada de que todos nos hacemos la cómoda ilusión de que si leemos sobre la crisis de los refugiados sirios, podemos imaginar lo que se siente al abandonar tu hogar y tu vida con todas tus posesiones en dos bolsas de basura. Todos pensamos que podemos imaginárnoslo y creo que ninguno de nosotros tiene ni idea.