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  • Hay una enorme diferencia entre envejecer en el Señor y crecer en Él. Uno es automático y no requiere ningún esfuerzo... sólo envejecer. Pero lo otro nunca es automático, ni fácil. Requiere disciplina personal, determinación continua y deseo espiritual. Las iglesias están llenas de santos soñolientos que simplemente están "registrando tiempo" en la familia de Dios.

    Charles R. Swindoll (1986). “Growing Up in God's Family: Bible Study Guide”