Creo que la ambigüedad de la similitud y la diferencia es muy poderosa. Es la misma escena en diferentes épocas del año leída a través de la cuadrícula y, por supuesto, diferentes lugares leídos verticalmente. Pero puedes confundirte y perderte en la serie. Obligas a la mente, que siempre está comparando y contrastando, a tropezar... Esa ambigüedad es muy poderosa. Uno se pierde y se reencuentra a sí mismo.