Esforcémonos, pues, con mayor ahínco en alargar nuestra duración de vida -vida que se derrama como el agua y cae como la hoja-, si no por la acción (cuyos medios están en poder de otro), sí en todo caso por el estudio y la investigación; y ya que no nos está concedido vivir mucho tiempo, transmitamos a la posteridad algún recuerdo de que al menos hemos vivido.