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  • En casi todos los campos profesionales, tanto en los negocios como en las artes y las ciencias, las mujeres siguen siendo tratadas como ciudadanas de segunda clase. Sería un gran servicio decir a las chicas que planean trabajar en la sociedad que esperen esta sutil e incómoda discriminación; decirles que no se callen y esperen que desaparezca, sino que luchen contra ella. Una chica no debe esperar privilegios especiales por razón de su sexo, pero tampoco debe "adaptarse" a los prejuicios y la discriminación.