Autores:
  • Cuando los hombres se dedican a la guerra y a la conquista, las herramientas de la ciencia se vuelven tan peligrosas como una navaja en manos de un niño de tres años. No debemos condenar al hombre porque su inventiva y su paciente conquista de las fuerzas de la naturaleza estén siendo explotadas con fines falsos y destructivos. Más bien, debemos recordar que el destino de la humanidad depende enteramente del desarrollo moral del hombre.