Autores:
  • Flora, siempre alta, se había hecho también muy ancha y le faltaba el aire; pero eso no era mucho. Flora, a quien él había dejado como un lirio, se había convertido en una peonía; pero eso no era mucho. Flora, que había parecido encantadora en todo lo que decía y pensaba, era difusa y tonta. Eso era mucho. Flora, que había sido mimada y sin arte hace mucho tiempo, estaba decidida a ser mimada y sin arte ahora. Fue un golpe fatal.

    Charles Dickens (1868). “Little Dorrit”, p.142, Kartindo.com