Autores:
  • Porque el viento nocturno tiene la lúgubre manía de dar vueltas y vueltas alrededor de un edificio de esa clase, y gemir mientras avanza; y de probar, con su mano invisible, las ventanas y las puertas; y de buscar algunas grietas por donde entrar.

    Charles Dickens, Matty Groves (2004). “The Chimes”, p.2, Quiet River Press LLC