Cultiva una corriente continua de autodescripción, diciéndote a ti mismo lo que está ocurriendo. Acostúmbrate a la idea de que la mente puede penetrar la superficie inmediata del ser y revelar su densidad táctil como un múltiple cuya medida no puede ser tomada inmediatamente por los ojos, que es profundo, está conectado, es complejo. Todo contiene en sí mismo la anticipación y el recuerdo de todo lo demás.