-
Sentí que ya no era una cáscara, sino un cuerpo con algunos de sus dulces jugos revolviéndose de nuevo. Tuve mi primer sueño en muchos meses, confuso pero hasta hoy imperecedero, con una flauta en alguna parte, y un ganso salvaje, y una bailarina.
Sentí que ya no era una cáscara, sino un cuerpo con algunos de sus dulces jugos revolviéndose de nuevo. Tuve mi primer sueño en muchos meses, confuso pero hasta hoy imperecedero, con una flauta en alguna parte, y un ganso salvaje, y una bailarina.