La educación y la formación de todos los niños deben ser iguales en oportunidades en todas las escuelas, colegios, universidades y otras instituciones de formación en las profesiones y vocaciones de la vida; deben estar reguladas por la capacidad de los niños para aprender, y no por la capacidad de los padres para pagar los costes. La formación para el trabajo de la vida debe ser tan universal y completa para todos los ámbitos de la vida como lo ha sido la formación en las artes de matar.