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  • Hasta entonces sin ser; oculto en el vientre de la eternidad; sin poseer pensamiento ni sentimiento; alejado del alcance del conocimiento humano -- el Hombre rompe, de alguna manera desconocida, los barrotes de la inexistencia, y anuncia con un grito el comienzo de su breve vida. En la noche de la inexistencia también estalla una pequeña vela, encendida por una mano invisible. Fíjate bien en su llama, pues es la vida de ese Hombre.