-
Un portal mágico se abrió dentro de mi mente y me condujo a un mundo asombroso. [...] Antes de ese momento había adivinado, pero nunca había sabido con tanta positividad, que el mundo es extremadamente grande y que el sufrimiento y el trabajo son compañeros y compañeros de guerra no sólo del cretense, sino de todo hombre. [...] Que por medio de la poesía todo este sufrimiento y esfuerzo podía transformarse en sueño; por mucho que existiera lo efímero, la poesía podía inmortalizarlo convirtiéndolo en canto.