Si hay algo que tienes que hacer, resiste la tentación de hacerlo bajo coacción. Pregúntate: "¿Qué es lo peor que pasaría si no hiciera esto?". Y si puedes salirte con la tuya sin hacerlo, no lo hagas. Y luego imagina cómo te sentirías si lo hicieras. Dedica un día o dos, si puedes, sólo 15 minutos aquí, 5 minutos aquí, 2 minutos aquí, aquí y aquí, ¡imaginándolo terminado de una forma que te complazca! Y entonces, la próxima vez que decidas actuar al respecto, la acción será mucho más fácil.